Municipalismo
Municipalismo
Fco. Javier Chaín
Mientras que la organización militar de estilo Zapatista era un poco Anarquista, el Municipalismo Libertario que fue instaurado en las aldeas bajo control Zapatista estaba muy cerca del ideal anarquista. La ideología del movimiento se centraba insistentemente en los derechos aldeanos a la tierra para la producción campesina y en la independencia local. Y la organización política Zapatista se cimentaba en la tradición local de los consejos de aldea que el movimiento de Zapata desarrolló como una liga de gobiernos de las comunidades. Hasta la muerte de Zapata en 1919, el liderazgo permaneció en los hombres de las aldeas. Los intelectuales de raíces urbanas podían unirse y servir al movimiento pero no podían conducirlo.
Los Zapatistas soñaban con un sistema político en el cual las aldeas pudieran organizar su propio destino, con la tierra distribuida entre propietarios individuales sin la intervención del gobierno del estado. En otras palabras, el gobierno se basaba en la idea de que una clase de élite de encargados políticos tomaría las decisiones por toda la nación y eso fue rechazado. El método Zapatista reflejaba el ideal anarquista en que la toma de decisión debía recaer en aquellos más afectados.
El Municipalismo Libertario encaja bien con los planes agrarios mantenidos por los campesinos de Morelos. Consideraban el control político local un requisito previo para la redistribución equitativa de la tierra que los Zapatistas exigían. De hecho, la expulsión violenta de los funcionarios locales como jefes, magistrados, recolectores de impuestos y jefes de policía era la expresión más común y más extensa de la voluntad popular. Éstos eran los obstáculos más visibles a sus metas.
Estos ideales comunitarios fueron codificados en la Ley General sobre las Libertades Municipales, decretada por Zapata en septiembre de 1916. Declaraba que: "La Libertad Municipal es la primera y más importante de las instituciones democráticas, puesto que nada es más natural o digno de respecto que el derecho que el ciudadano de cualquier asentamiento tiene para arreglar por sí mismo los asuntos de su vida común y de resolverlos como mejor convenga para sus intereses y las necesidades de su lugar."
Esto tuvo el efecto de suprimir todo el control federal y del estado sobre los consejos de aldea. El decreto decía que la elección debía ser directa. Zapata creía que a menos que los ciudadanos participaran directamente en los asuntos de su ciudad, emergería un "nuevo despotismo" los jefes locales podrían reafirmar su influencia y el sistema ya no reflejaría los deseos de la comunidad como un todo. La ley general incluía un límite de de un año; la reelección estaba permitida solamente después de que un funcionario esperara dos términos en los que el puesto estuviera cubierto por algún otro; las minorías estaban protegidas porque tenían capacidad de iniciar audiencias de recusación; y cualquier persona tenía derecho a ver los expedientes financieros en cualquier momento. Cuando los Carrancistas recuperaron el control de Morelos, eliminaron los municipios libertarios y aún insisten en decidir por ellos. Los carrancistas siguen empeñados en que el único voto que les importa es el de la elección presidencial.
fjchain@hotmail.com
Fco. Javier Chaín
Mientras que la organización militar de estilo Zapatista era un poco Anarquista, el Municipalismo Libertario que fue instaurado en las aldeas bajo control Zapatista estaba muy cerca del ideal anarquista. La ideología del movimiento se centraba insistentemente en los derechos aldeanos a la tierra para la producción campesina y en la independencia local. Y la organización política Zapatista se cimentaba en la tradición local de los consejos de aldea que el movimiento de Zapata desarrolló como una liga de gobiernos de las comunidades. Hasta la muerte de Zapata en 1919, el liderazgo permaneció en los hombres de las aldeas. Los intelectuales de raíces urbanas podían unirse y servir al movimiento pero no podían conducirlo.
Los Zapatistas soñaban con un sistema político en el cual las aldeas pudieran organizar su propio destino, con la tierra distribuida entre propietarios individuales sin la intervención del gobierno del estado. En otras palabras, el gobierno se basaba en la idea de que una clase de élite de encargados políticos tomaría las decisiones por toda la nación y eso fue rechazado. El método Zapatista reflejaba el ideal anarquista en que la toma de decisión debía recaer en aquellos más afectados.
El Municipalismo Libertario encaja bien con los planes agrarios mantenidos por los campesinos de Morelos. Consideraban el control político local un requisito previo para la redistribución equitativa de la tierra que los Zapatistas exigían. De hecho, la expulsión violenta de los funcionarios locales como jefes, magistrados, recolectores de impuestos y jefes de policía era la expresión más común y más extensa de la voluntad popular. Éstos eran los obstáculos más visibles a sus metas.
Estos ideales comunitarios fueron codificados en la Ley General sobre las Libertades Municipales, decretada por Zapata en septiembre de 1916. Declaraba que: "La Libertad Municipal es la primera y más importante de las instituciones democráticas, puesto que nada es más natural o digno de respecto que el derecho que el ciudadano de cualquier asentamiento tiene para arreglar por sí mismo los asuntos de su vida común y de resolverlos como mejor convenga para sus intereses y las necesidades de su lugar."
Esto tuvo el efecto de suprimir todo el control federal y del estado sobre los consejos de aldea. El decreto decía que la elección debía ser directa. Zapata creía que a menos que los ciudadanos participaran directamente en los asuntos de su ciudad, emergería un "nuevo despotismo" los jefes locales podrían reafirmar su influencia y el sistema ya no reflejaría los deseos de la comunidad como un todo. La ley general incluía un límite de de un año; la reelección estaba permitida solamente después de que un funcionario esperara dos términos en los que el puesto estuviera cubierto por algún otro; las minorías estaban protegidas porque tenían capacidad de iniciar audiencias de recusación; y cualquier persona tenía derecho a ver los expedientes financieros en cualquier momento. Cuando los Carrancistas recuperaron el control de Morelos, eliminaron los municipios libertarios y aún insisten en decidir por ellos. Los carrancistas siguen empeñados en que el único voto que les importa es el de la elección presidencial.
fjchain@hotmail.com
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