El Trabajo
El Trabajo
Fco. Javier Chaín Revuelta
En las escuelas enseñan que el Trabajo, en contexto económico, es uno de los tres factores de la producción (tierra, trabajo y capital) pero ya en la calle, ya en la vida real, en esa prodigiosa gran universidad de la vida, sin salirse del contexto económico, es muy fácil darse cuenta que el Trabajo no es uno de factores de la producción sino uno de los factores de la esclavitud.
El movimiento obrero mundial celebra el Primero de Mayo el Día internacional de los Trabajadores por acuerdo del Congreso Obrero Socialista celebrado en París en 1889. El Primero de Mayo es una jornada de lucha reivindicativa y de homenaje a los Mártires de Chicago (Revuelta de Haymarket, 1886) que en un “juicio” fueron asesinados por el gobierno estadounidense a causa de su participación en las jornadas de lucha por la jornada laboral de 8 horas que, aún hoy, demasiados capitalistas no cumplen.
Antes de ser ahorcados alguno de los mártires expresaron: “Hablaré poco, y seguramente no despegaría los labios si mi silencio no pudiera interpretarse como un cobarde asentimiento a la comedia que se acaba de desarrollar. Lo que aquí se ha procesado es la anarquía, y la anarquía es una doctrina hostil opuesta a la fuerza bruta, al sistema de producción criminal y a la distribución injusta de la riqueza. Ustedes y sólo ustedes son los agitadores y los conspiradores” (Michael Swabb, alemán, 33 años, tipógrafo) “Solamente tengo que protestar contra la pena de muerte que me imponen porque no he cometido crimen alguno... pero si he de ser ahorcado por profesar mis ideas anarquistas, por mi amor a la libertad, a la igualdad y a la fraternidad, entonces no tengo inconveniente. Lo digo bien alto: dispongan de mi vida” (Adolf Fischer, alemán, 30 años, periodista)
“El principio fundamental de la anarquía es la abolición del salario y la sustitución del actual sistema industrial y autoritario por un sistema de libre cooperación universal, el único que puede resolver el conflicto que se prepara. La sociedad actual sólo vive por medio de la represión, y nosotros hemos aconsejado una revolución social de los trabajadores contra este sistema de fuerza. Si voy a ser ahorcado por mis ideas anarquistas, está bien: mátenme” (Albert Parsons, estadounidense, 39 años, periodista) “Honorable juez, mi defensa es su propia acusación, mis pretendidos crímenes son su historia. [...] Puede sentenciarme, pero al menos que se sepa que en el estado de Illinois ocho hombres fueron sentenciados por no perder la fe en el último triunfo de la libertad y la justicia” (Hessois Auguste Spies, alemán, 31 años, periodista)
José Martí, que para entonces no era héroe sino corresponsal en Chicago del periódico La Nación de Buenos Aires, escribió: “...salen de sus celdas. Se dan la mano, sonríen. Les leen la sentencia, les sujetan las manos por la espalda con esposas, les ciñen los brazos al cuerpo con una faja de cuero y les ponen una mortaja blanca como la túnica de los catecúmenos cristianos. Abajo está la concurrencia, sentada en hilera de sillas delante del cadalso como en un teatro... Firmeza en el rostro de Fischer, plegaria en el de Spies, orgullo en el del Parsons, Engel hace un chiste a propósito de su capucha, Spies grita: "la voz que vais a sofocar será más poderosa en el futuro que cuantas palabras pudiera yo decir ahora». Les bajan las capuchas, luego una seña, un ruido, la trampa cede, los cuatro cuerpos caen y se balancean en una danza espantable…
fjchain@hotmail.com (060501)
Fco. Javier Chaín Revuelta
En las escuelas enseñan que el Trabajo, en contexto económico, es uno de los tres factores de la producción (tierra, trabajo y capital) pero ya en la calle, ya en la vida real, en esa prodigiosa gran universidad de la vida, sin salirse del contexto económico, es muy fácil darse cuenta que el Trabajo no es uno de factores de la producción sino uno de los factores de la esclavitud.
El movimiento obrero mundial celebra el Primero de Mayo el Día internacional de los Trabajadores por acuerdo del Congreso Obrero Socialista celebrado en París en 1889. El Primero de Mayo es una jornada de lucha reivindicativa y de homenaje a los Mártires de Chicago (Revuelta de Haymarket, 1886) que en un “juicio” fueron asesinados por el gobierno estadounidense a causa de su participación en las jornadas de lucha por la jornada laboral de 8 horas que, aún hoy, demasiados capitalistas no cumplen.
Antes de ser ahorcados alguno de los mártires expresaron: “Hablaré poco, y seguramente no despegaría los labios si mi silencio no pudiera interpretarse como un cobarde asentimiento a la comedia que se acaba de desarrollar. Lo que aquí se ha procesado es la anarquía, y la anarquía es una doctrina hostil opuesta a la fuerza bruta, al sistema de producción criminal y a la distribución injusta de la riqueza. Ustedes y sólo ustedes son los agitadores y los conspiradores” (Michael Swabb, alemán, 33 años, tipógrafo) “Solamente tengo que protestar contra la pena de muerte que me imponen porque no he cometido crimen alguno... pero si he de ser ahorcado por profesar mis ideas anarquistas, por mi amor a la libertad, a la igualdad y a la fraternidad, entonces no tengo inconveniente. Lo digo bien alto: dispongan de mi vida” (Adolf Fischer, alemán, 30 años, periodista)
“El principio fundamental de la anarquía es la abolición del salario y la sustitución del actual sistema industrial y autoritario por un sistema de libre cooperación universal, el único que puede resolver el conflicto que se prepara. La sociedad actual sólo vive por medio de la represión, y nosotros hemos aconsejado una revolución social de los trabajadores contra este sistema de fuerza. Si voy a ser ahorcado por mis ideas anarquistas, está bien: mátenme” (Albert Parsons, estadounidense, 39 años, periodista) “Honorable juez, mi defensa es su propia acusación, mis pretendidos crímenes son su historia. [...] Puede sentenciarme, pero al menos que se sepa que en el estado de Illinois ocho hombres fueron sentenciados por no perder la fe en el último triunfo de la libertad y la justicia” (Hessois Auguste Spies, alemán, 31 años, periodista)
José Martí, que para entonces no era héroe sino corresponsal en Chicago del periódico La Nación de Buenos Aires, escribió: “...salen de sus celdas. Se dan la mano, sonríen. Les leen la sentencia, les sujetan las manos por la espalda con esposas, les ciñen los brazos al cuerpo con una faja de cuero y les ponen una mortaja blanca como la túnica de los catecúmenos cristianos. Abajo está la concurrencia, sentada en hilera de sillas delante del cadalso como en un teatro... Firmeza en el rostro de Fischer, plegaria en el de Spies, orgullo en el del Parsons, Engel hace un chiste a propósito de su capucha, Spies grita: "la voz que vais a sofocar será más poderosa en el futuro que cuantas palabras pudiera yo decir ahora». Les bajan las capuchas, luego una seña, un ruido, la trampa cede, los cuatro cuerpos caen y se balancean en una danza espantable…
fjchain@hotmail.com (060501)